Un título ejecutivo es un documento que, por disposición legal, permite iniciar un procedimiento judicial denominado juicio ejecutivo para exigir el cumplimiento forzoso de una obligación. En otras palabras, es un documento que prueba la existencia de una deuda y que permite al acreedor reclamar su pago de manera rápida y eficaz.
Características principales:
- Fuerza ejecutiva: El título ejecutivo tiene la fuerza necesaria para iniciar un juicio ejecutivo, lo que significa que el acreedor no necesita probar la existencia de la deuda, ya que el título en sí mismo es prueba suficiente, por contener una obligación indubitada.
- Obligación líquida, actualmente exigible y no prescrita: La obligación contenida en el título ejecutivo debe ser:
– Líquida: Determinada en su monto o fácilmente determinable.
– Exigible: Que el plazo para su cumplimiento haya vencido. - No prescrita: Que no haya transcurrido el plazo legal para reclamar su pago.
- Origen legal: Los títulos ejecutivos son creados por la ley, lo que significa que las partes no pueden crear sus propios títulos ejecutivos.
Tipos de títulos ejecutivos:
Existen diversos tipos de títulos ejecutivos, entre los más comunes se encuentran:
Títulos judiciales:
- Sentencias judiciales firmes.
- Laudos arbitrales.
- Actas de avenimiento.
- Títulos valores:
– Letras de cambio.
– Pagarés.
– Cheques. - Otros títulos:
– Copias autorizadas de escrituras públicas.
– Facturas en ciertos casos.¿Para qué sirven?
Los títulos ejecutivos tienen como principal función agilizar el cobro de deudas, ya que permiten al acreedor iniciar un juicio ejecutivo sin necesidad de pasar por un juicio ordinario, que suele ser más largo y costoso. Si la obligación no consta en un título ejecutivo, para poder darle fuera ejecutiva a la acción primero se debe realizar un juicio declativo previo, el que puede tomar varios años. Una vez que se obtenga la sentencia, recién se cuenta con el título ejecutivo para iniciar el respectivo juicio ejecutivo.
En resumen:
Los títulos ejecutivos son herramientas legales que facilitan el cobro de deudas, al permitir al acreedor iniciar un procedimiento judicial rápido y eficaz.